
Las orquídeas son el
respiro, la armonía y la energía de nuestra casa. También las protagonistas de
las visitas y ellas lo saben. Son jóvenes, apenas tienen un año. Me las regalaron
mis amigos para que me contagiaran la alegría de la vida; algo que en estos
momentos viene muy bien. Las plantas son seres vivos y como tales perciben el
estado de ánimo que hay su alrededor. A ellas les hablo como a las anteriores,
que vivieron casi veinte años.

No quisiera olvidarme de
los alegres geranios de mi balcón, con todo su colorido y la energía que me
transmiten.
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