viernes, 2 de diciembre de 2011

El té de Navidad de la isla de La Palma

Traje típico de mi ciudad natal, confeccionado con hilo de oro.
Hemos esperado un año para poder disfrutar del té de Navidad. La invitación al té es una cultura adquirida en mi ciudad natal, Tánger. La cultura une, lo contrario separa. Este año el cernícalo nos lleva a la isla de La Palma. En el año 1971 el rugido del volcán Teneguia desgarró una parte de la isla y esta se hizo más grande. Una vez más, la Naturaleza nos muestra su fuerza, que es incontrolable. Los isleños son gentes que poseen el arte de vivir con serenidad, alegría y dulzura. Son sumamente inteligentes, fieles y orgullosos de su isla. Saben cuidar su entorno, conservan sus tradiciones, y una de ella con mucho sigilo: la danza de los enanos. Cada lustro celebra la bajada de la Virgen de las Nieves que es la Patrona. La Palma es más que una isla bonita, es otro mundo donde la inquietud del ser humano busca el eslabón perdido. Desde los orígenes de la Humanidad, el hombre mira al cielo y se ha sentido atraído por el Universo. Y por el afán por investigar lo desconocido. El Roque de los Muchachos es uno de los mejores Observatorios astrofísicos del mundo para observar el cosmos sin polución donde el espíritu no encuentra ninguna frontera. Cada átomo de nuestro cuerpo un día formó parte de las estrellas. Será por eso que nos atraen tanto.
Ahora dejo paso al cernícalo:
“Estoy ante la inmensidad del Universo, mi pequeñez y fragilidad, observando la bóveda celeste en el silencio de la noche. Hoy día el hombre tiene capacidad y medios para explorar los cielos, la experiencia de volar e ir al espacio es algo fascinante. Una aventura heredada de vuestros ancestros. Existe un código genético oculto con una clave y buscáis la respuesta. El Cosmos es inmenso y es posible que un día lo que buscáis también os encuentre a vosotros. ¿Que ocurrirá entonces?….
Queréis partir al planeta Marte. ¿Es que pensáis vivir allí? La emigración siempre ha existido. Pero antes de dejar este planeta lleno de vida tenéis que solucionar vuestros problemas, como las guerras, el hambre, la avaricia, el maltrato a los niños, a mujeres a los animales etc. No podéis explorar nuevos mundos llevando una herencia nefasta. ¿Es vuestro sueño llegar a las estrellas? Pero anheláis algo mucho más que saber si hay vida en el espacio: ser inmortales; pero estáis a años luz. No sois Dioses con inteligencia, sino barro al final. Es lo que todos tenéis en común.
Detrás de la lente esta el ojo ocular; es lo que os separa de lo divino. Se lanzan muchos satélites para la comunicación, siempre hacia fuera, pero olvidáis lo que tenéis más cerca: vuestro Universo interior por descubrir. Viajar al interior humano para descubrirlo es tan difícil… Un proverbio chino dice: es difícil ver un gato negro en una habitación a oscuras y más si el gato no está. Si miráis hacia la vía Láctea os sentiréis pequeños, humildes; en cambio, si miráis hacia vuestro interior descubriréis que sois grandes, que estáis hechos de energía, materia, luz, que sois parte de ese misterio llamado Cosmos. Cada humano es único y hay mucho de bueno en vuestro ser. Decía el escritor inglés Aldous Huxley: “Existe al menos un rincón del Universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo”.
La investigación espacial es la evolución y la revolución de la Humanidad. Para ello se ha necesitado tiempo. Explica la Nasa que se cuentan por miles los beneficios en tecnología, medicina, ciencia y un largo etc. Aún queda por investigar y muchas sorpresas por ver. Un astronauta fue buscando la Luna y descubrió la Tierra desde el espacio, un bello planeta azul, marrón, pero apenas el verde de antaño. Otro decía que veía dieciséis puestas de sol en 24 horas por la velocidad de la nave.
Disfrutad de la única puesta de sol que cada día nos regala la vida. Se vive una vez y la mitad es de noche. Os deseo que en vuestro universo interior aniden el amor y la generosidad. Estas dos cosas son suficientes para cambiar el mundo.
Yo, una simple ave, quiero sentir que el eco de mi mensaje no se pierde en el abismo de las constelaciones”.

Como cada año, el Té de Navidad se acompaña con el tradicional marca-páginas.

En esta oportunidad contamos con la colaboración de Francisco Mateo Alemán, que pertenece al selecto grupo de artistas jóvenes canarios que hacen ver mejor el mundo con la originalidad de sus creaciones.
Hoy mandamos nuestras energías a la Asociación Pablo Ugarte por su gran labor en la lucha contra el cáncer infantil. A nuestra querida amiga, un encanto de criatura, Ángeles González De la Rosa, que deja una estela de amor y dulzura por donde pasa, y a una gran Palmera, Mari Barreto -con la que me une una linda amistad desde hace muchos años-, que desarrolla su labor como ingeniera en instrumentación en el Instituto Astrofísico de Canarias, en Tenerife. No quiero olvidarme de todas las personas del Roque de los Muchachos y la Nasa, que emplean su energía observando el Universo.
Un año más damos las gracias a la Litografía Linca por su tradicional gentileza en la impresión de los marcadores de páginas.
Felices fiestas
Navidad 2011