Cuando viajamos, tenemos que tener la mente más abierta ya que hay tantas cosas interesantes que ver y valorar.
Hacer un viaje al Lago Maggiore es un placer, sentirse dinámico y vital.
Me he recreado en toda su belleza y esplendor.
En Intra todo es relajado, da la impresión que vivir al borde del lago, influye en el ánimo de sus vecinos. Es un pueblo sin semáforos, con una educación vial ejemplar para con los peatones.
Sus callejuelas estrechas, adoquinadas, ayudan a la imaginación a recrearse en otros tiempos.
Hemos disfrutado de Intra ( Verbania), haciendo recorridos en barco por los pueblos de Pallenza, Stresa, Suna, Luino, Loveno etc., y las inigualables islas Borromeas, la Bella, la Madre y la de los Pescadores, viendo esos paisajes bucólicos donde se encuentra la esencia y el néctar de la vida misma.
He regresado cargada de experiencias y con ganas de volver de nuevo ya que se establecen vínculos con personas muy agradables.
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