martes, 24 de abril de 2018

Día de la Tierra



            El domingo día 22 de Abril fue el día de la Tierra. Nuestro planeta azul, para muchas culturas antiguas y contemporáneas, es sagrada porque es única. No cabe duda de que las plantas y los arboles están muy próximos a nuestras vidas, sin ellas la propia existencia como la conocemos sería un desastre.

Son muchos los motivos por los que tenemos que preservar los bosques a toda costa y, quizás, uno de los más importantes sea la capacidad de proporcionarnos agua de calidad, ese elemento fundamental para todos los seres vivos incluida la especie humana.

Pienso, por ejemplo, en una pequeña semilla de árbol que, encerrada en su interior, lleva miles y miles de posibilidades. Cuando germina es toda una fiesta de la Naturaleza. Primero sale el brote, luego la flor y, por último, el fruto que nos lo regala a cambio de nada.

La Naturaleza es tan generosa y que poco la valoramos. Un árbol no muere porque pierda una rama, al contrario, con la poda coge más fuerza y energía. Muere cuando el por accidente o intencionadamente arde el campo. Más allá de todos los intereses de los gobernantes y las industrias, hay que cuidar la salud de la Tierra y no debemos permitir que se siga contaminando el espacio donde convivimos. Sin duda, si dejamos de usar tantos objetos de plástico, unido al abandono de pesticidas y demás venenos redundará no solo en nuestra salud, sino también en la del planeta.

Lo que estamos haciendo no puede más que definirse como un comportamiento claramente nefasto. No olvidemos que los bosques absorben el C02 que nosotros provocamos por la contaminación de los vehículos motorizados, las continuas guerras… La Naturaleza tiene sus propios proyectos. Basta que “respire” y se mueva la tierra para darnos cuenta de nuestra fragilidad. Sin embargo, los humanos pensamos que, con tantos avances y tecnología, somos nosotros los que tenemos derechos a esos proyectos, sin pensar en las consecuencias de todo lo que le estamos haciendo hoy día al planeta Tierra.

Hay mucho de bueno en este mundo para disfrutar si, respetamos y cuidamos de él. Solo somos sus huéspedes y por tiempo limitado. El de nuestras vidas.

Felicidades madre Tierra.